ENSAYO DE DUREZA BRINELL

La medida de la dureza Brinell se refiere a una escala utilizada para evaluar la dureza de un material mediante el procedimiento de indentación, evaluando la profundidad de penetración de un objeto en el material bajo análisis. Este método fue ideado por el ingeniero sueco Johan August Brinell en el año 1900 y es reconocido como el método de evaluación de dureza más antiguo.

Esta prueba se aplica principalmente en materiales de baja dureza y muestras delgadas. El instrumento o penetrador empleado consiste en una esfera de acero templado de distintos diámetros. En el caso de materiales más resistentes, se emplean esferas de carburo de tungsteno. En una evaluación típica, se utiliza comúnmente una esfera de acero con un diámetro que varía entre 1 y 12 milímetros, aplicando una fuerza de 3000 kilopondios. El valor registrado corresponde al diámetro de la huella dejada en la superficie del material. Aunque las mediciones de dureza Brinell son altamente sensibles al estado de preparación de la superficie, este método resulta económico. A pesar de la desventaja asociada al tamaño de la marca dejada, esta característica se convierte en una ventaja al medir materiales heterogéneos, como en el caso de las fundiciones, siendo este método la elección recomendada para la evaluación de la dureza en este tipo de materiales.

La carga que se debe utilizar en el ensayo se puede obtener con la siguiente expresión:

Símbolo	Nombre	Unidad
	Carga a utilizar medida	kgf
	Constante para cada material: 1 (madera) 5 (aluminio, cobre y sus aleaciones) 10 (magnesio y sus aleaciones) 30 (aceros)
	Diámetro de la bola (indentador)	mm

Este ensayo se aplica únicamente en situaciones donde los valores de dureza no superen los 600 HB al emplear la esfera de acero, ya que para valores más elevados, la esfera experimenta deformaciones y el ensayo carece de validez. En este escenario, se opta por realizar el ensayo de dureza Vickers. Para determinar la idoneidad del ensayo, es crucial tener en cuenta el espesor de la pieza y la profundidad de la huella, utilizando la siguiente fórmula:

Espesor de la pieza ≥ 8 veces la profundidad de la huella.

De esta manera, si el resultado obtenido es inferior al espesor de la pieza, se consideraría que el ensayo es válido. En caso contrario, no lo sería y, por consiguiente, se procedería a realizar el ensayo Vickers.